Querida Julieta:
Hace no mucho me enteré que recibías cartas de chicas al rededor del mundo, quienes están desesperadas y sufriendo en el amor. Ellas te cuentan sus problemas y tu tratas de aconsejarlas de la mejor manera posible para que puedan encontrar una solución. Es por eso... Que pensé en escribirte desde que me enteré.
Yo no voy a contarte ninguna anécdota desgraciada, tampoco voy a pedirte que me digas que hacer o me des unas palabras de aliento. No. Yo quiero contarte lo que he aprendido en mi corta vida sobre lo que es el amor.
Resulta que soy una mujer muy pasional, cariñosa, coqueta y extremadamente sentimental. Me han lastimado un sin fin de veces, justo porque me he dejado, pues yo no gozaba de una gran autoestima hasta hace no mucho. Desde pequeña estuve rodeada de amor: Amor de padres, amor de hermanos, amor de primos, amor de tíos, amor de amigos... Hubieron un mil desgracias en mi familia, hasta que quedamos mi madre, mi hermano y yo solos contra la vida. Al principio, yo tenía miedo. No sabía que hacer, pues no entendía nada. No quería que mi mamá me impusiera "otro papá". Y al principió, mi mami pensando en mi, me prometió que no tendría otro novio. Cuando alcance una edad considerable y que mi mamá comenzaba una nueva relación a la que consideraba correcta y estable, ella me explicó:
Es como si tuviéramos tres vasos: Uno como familiar; uno como profesional y uno como persona. Sus vasos estaba llenos, excepto el de persona... Para ella, estar llena como persona era, además de los amigos y actividades que consideraba sus pasatiempos, compartir la vida con otra persona. Pude entenderlo y desde entonces pensé que yo también quería alcanzar a llenar mis vasos. Así que le pregunté que se sentía estar enamorado... Y jamás pude entenderlo.
Años después comencé a experimentar sentimientos nuevos, durante el sexto año de primaria. Niñerias, peleas de amigos, de todo un poco. El primero fue Daniel. Después vino mi amor platónico, César. Cuyos ojos color avellana me dejaban sin habla y su voz de ángel me trasladaba a otro universo. Él nunca se enteró de que existía. Y a la fecha es así. Después vino mi primer "novio", Antonio; él fue un año más chico que yo, tan solo duramos un mes y lo deje, pues simplemente no lo soportaba. Después estuvo Alberto Antonio. Jamás me enamoré, pero llegué a sentir cosas buenas por él. Él era honesto, directo y serio. Me gustaba que fuera maduro, me sentía segura y los meses con él fueron buenos. El último y mi desgracia... Fue José Antonio. O Ana. Nunca supe que le pasaba a ese hombre. Nació como hombre, le gustaban las mujeres, pero quería ser mujer.
Él era raro. Hasta la fecha no puedo comprenderlo y tampoco es que me interese mucho en estos momentos. Eso sucedió hace dos años y me tiene sin cuidado. Pero él fue importante. Me impacto por su forma de ser tan alegre, siempre jovial y amable. Brillaba más que el sol. Estaba guapo. Pero... No sé que pensar de él.
¿Sabes, Julieta? Se me han declarado tanto hombres como mujeres. Tengo la capacidad de captar la atención de todos, por alguna razón. Algunos dicen que es mi sonrisa, otros mi forma de ser y pensar, unos más que soy hermosa y por ahí dicen que son mis senos. No lo sé. Me incomodan estas situaciones, odio rechazar, pues sé lo terrible que se siente ser rechazado... Pero, es mejor hacerlo que vivir una mentira, pues así la persona sufriría más. La verdad siempre sale a relucir.
Después de José Antonio, me la lleve leve. No pensaba enamorarme, estaba concentrada en otras cosas y vino Alejandro. Alex es un gran chico, aunque tengo mis sospechas y de hecho la mayoría piensa que.. Bueno, eso no importa. Al principio siento que había química entre los dos, todos lo notaban y habían muchas chicas que me odiaban por eso. PEEERO... Tan solo fuimos amigos, pues de hecho eso era lo que quería. Me llevo tan bien con él, que no puedo imaginar que nuestra relación se arruine por un par de meses de intentar ser novios y que no funcione.
Luego un día de suerte, conocí a Antonio. Mis amigos lo llaman "el inge" o "Antonio IV", yo lo llamo "amor". Pensándolo detenidamente, no sé como se dieron las cosas con él. Fue una completa casualidad. Cuando lo conocí tenía novia, empezamos a hablar en plan de amigos, yo lo admiraba porque me encanta su blog y de repente me fascino también su forma de ser y lo mucho que se esfuerza día a día. Pero... Aun sabiendo que tenía novia, nunca lo vi como un amigo y sé que él tampoco me vio como tal. Todos los días hablábamos a toda hora, casi todo el día. Incluso en la escuela. Hablábamos de cualquier cosa, de nosotros, de su novia, de mis relaciones fallidas, amigos, familia, México, todo. Nuestras personalidades hicieron click. De repente eramos lo que buscábamos de alguien. Él quería una chica que le preguntara como estaba, que tal había estado su día, que le escuchara contarle todas esas cosas que a pesar de no entender estaba ahí, constante, escuhandole con una sonrisa e interés verdadero... Mientras que yo, yo quería un hombre maduro, caballeroso y amable, con quien pudiera sentirme segura, que me aconsejara y me ayudará cuando me estoy desviando del camino, que no tuviera miedo de decirme las cosas tal cuales son.
Tan solo... Nos encontramos. Y nuestro noviazgo a sido fantástico hasta el día de hoy, en que escribo estas lineas. Hemos tenido un mil problemas, hemos enfrentado un mil miedos, hemos discutido, reído, llorado, y mirado con expresiones que nunca pensamos tener... Y a pesar de todo, de lo malo y lo bueno, lo amo. Y siento que siempre será así. No puedo evitar amarlo a pesar de sus defectos... Porque estos son parte de su encanto. Finalmente fueron sus defectos y la forma en que él lucha por hacer las cosas bien día tras día, lo que me enamoró de él. Mi chico perfecto.
Últimamente hemos peleado mucho, Julieta. Pero ya vamos a cumplir cuatro meses de relación y ese es todo un record para mi. Más sin embargo también... Debo decir que a pesar de las peleas, siempre terminamos con una sonrisa. Miramos después la discusión para tomar las cosas que conocimos del otro durante esta y no cometer los mismo errores. Miedo e inseguridades siempre habrán, así como siempre habrá paciencia y amor para derrotarlos.
Mi relación es a larga distancia ¿lo había mencionado? Pero es algo que a los dos nos tiene sin cuidado. Confiamos el uno del otro, sabemos que siempre encontraremos la perfecta ocasión para vernos. Y la tecnología es un gran regalo para nosotros. Cada vez que nos vemos, no es un sueño como dicen otros que se burlan de nuestra situación, es una realidad. Una realidad que aprovechamos al máximo y somos felices. Y al regresar a casa, siempre estamos juntos de todas formas. Su corazón me pertenece y yo lo cuido, abrazado a mi pecho; así como el mio le pertenece a él y lo cuida, abrazado a su pecho.
Julieta, ya sé lo que se siente estar enamorado.
Atentamente: Elena.
Este texto se me hizo particularmente encantador.
ResponderEliminarCuando fui a Italia, supe que debía llevar a mi esposa a la casa de los Capuleto y en las vacaciones de verano la llevé. Le encantó y me hizo tomarle fotos a ella y Daniela a montones. Ella también escribió una carta a Julieta, a la fecha no sé que le dijo.
Me gusto mucho, eres muy dulce y artística para escribir. A tu novio le ha de latir el corazón a mil cuando te lee.